Miedo.

Hay miedos de todo tipo: a las arañas, a las alturas, a las plumas incluso...pero existe un miedo universal que mucha gente se niega a reconocer. El miedo a sentirse solos. Todos sufrimos de ello.

¿Las personas enamoradas sufren esto? La respuesta es sencilla. Sí. E incluso, puedo asegurar que es el doble de grande. Cuando consigues estar con una persona, dicha persona se convierte en algo tan especial en tu vida que te aferras a ello de la manera más fuerte posible. No quieres dejarl@. No quieres bajarte de esa nube en la que te has embarcado porque sabes que la caída va a ser demasiado grande. No quieres que lo has conseguido en tanto tiempo se estropee en apenas 10 minutos. Pero eso es lo bonito del amor: la continua lucha que se mantiene para que todo vaya bien. 

Las personas que dicen que "ir de flor en flor es lo mejor" solo lo dicen para engañar a su mente. Se intentan convencer a sí mismos de que eso es bueno.  Pero, en el fondo, todos buscan esa estabilidad que proporciona estar con una persona semejante a ti. Quieren sentirse queridos pero no pueden. No pueden porque tienen miedo. Miedo de sufrir. ¿Sufrir? Sí, porque el amor duele. El amor es un sentimiento sadomasoquista. Pero a todos nos gusta sufrir de una manera o de otra. Todos queremos estar bajo esa droga mundialmente conocida que es más peligrosa que cualquier otra. 

Todos queremos estar enamorados.